El presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, defendió su plan de efectuar un polémico referendo en toda la isla sobre la amenaza que representan los misiles chinos, pese a una fuerte reprimenda del presidente George Bush.
Chen declaró este miércoles a una delegación de legisladores estadounidenses que visitan la isla que el llamado "referendo defensivo" no está orientado a alterar el status quo entre Taiwán y China.
Agregó que la intención es preservarlo y evitar la guerra entre la isla democrática y el continente comunista.
El presidente de Taiwán respondió con sus comentarios a una advertencia del presidente Bush en contra del plebiscito propuesto, el cual ha indignado al gobierno de Beijing.
Bush no pidió específicamente la cancelación de la consulta popular.