A comienzos de esta semana, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, tomó la decisión de aumentar el tamaño del ejército nacional a 510 mil soldados.
Durante meses, el Congreso federal ha estado insistiendo en la necesidad de reforzar los contingentes armados, pero Rumsfeld había insistido en que necesitaba mejor calidad de equipos y no mayor cantidad de hombres.
Sin embargo, el jefe de Estado Mayor del Ejército, general Peter Schoomaker, anunció el miércoles que su jefe por fin se había decidido.
La guerra en Iraq, la lucha mundial contra el terrorismo, y el hecho de que Estados Unidos no ha logrado tanto apoyo militar de otros países como deseaba para sus esfuerzos en Afganistán e Iraq, se han combinado para hacer sentir la falta de efectivos adicionales.