Estados Unidos duplicó su presencia militar en Haití para ayudar a restablecer la estabilidad, tres días después que el presidente de la nación renunciara y partiera a Sudáfrica.
Un delegado de la Infantería de Marina dijo hoy a la Voz de América que unos 500 infantes de Marina llegaron al país durante la noche, elevando las tropas estadounidenses en el país a un millar.
Mientras los oficiales se reunen en el aeropuerto de la capital, los rebeldes que sostienen que ahora poseen el control de la policía y el ejército haitianos patrullan las calles de Puerto Príncipe.
Estados Unidos rechazó enérgicamente la intención de los rebeldes de mantener el poder y los llamó a deponer sus armas.
Un vocero del Departamento de Estado norteamericano dijo que ahora procede una transición política, de acuerdo a lo dispuesto en un plan de paz de la Comunidad Caribeña.