El gobierno haitiano declaró estado de emergencia en medio de persistentes actos de violencia, tras la renuncia del presidente Jean-Bertrand Aristide.
El primer ministro, Yvon Neptune, dijo que el objetivo de la medida es restaurar la calma.
Poco antes, el líder rebelde Guy Phillipe, expresó que sus hombres están listos para deponer las armas.
Un levantamiento insurgente que comenzó hace cuatro semanas condujo a la dimisión de Aristide.
Entre tanto, los 15 miembros del grupo CARICOM, pidieron una investigación independiente e internacional de la abrupta partida de Aristide de su país.
Los dirigentes caribeños también dijeron que no proveerán tropas para una fuerza multinacional de pacificación en Haití.
Estados Unidos y otros países continúan acumulando fuerzas de seguridad en la nación antillana para ayudar a proteger sitios importantes.