Un soldado de Estados Unidos que se negó a servir en Iraq se entregó a las autoridades militares con el argumento de que es un objetor de conciencia.
Una multitud de activistas anti bélicos saludó al sargento Camilo Mejía en momentos en que se entregaba a la policía militar a las puertas de una base de la Fuerza Aérea en Massachusets.
Mejía sirvió cinco meses en Iraq el año pasado pero se negó a regresar después de un permiso de ausencia.
Dijo que cree que la decisión de Estados Unidos de ir a la guerra en Iraq estuvo basada en el petróleo y no en la lucha contra el terrorismo. Agregó que no puede ser un ”instrumento de la violencia por más tiempo”.
Las autoridades posteriormente liberaron al soldado, quien tiene 28 años, y le ordenaron que se reportara a su unidad de la Guardia Nacional en Florida.
Mejía tomó un vuelo hacia ese estado y dijo que se entregaría nuevamente a su unidad en el día de hoy.