Miles de manifestantes se reunieron en Tokio para urgir al gobierno la retirada de sus tropas de Irak, donde los insurgentes mantienen a tres ciudadanos japoneses de rehenes y amenazan con matarlos si Tokio no retira sus tropas.
Los familiares de los rehenes también pidieron al gobierno de Japón la retirada de sus efectivos militares. El primer ministro japonés Junichiro Koizumi dijo que no cederá ante las exigencias de los terroristas.
Las cadenas de televisión en Japón muestran a los tres rehenes entre gemidos de terror frente a sus captores iraquíes.Previamente un grupo no identificado dio a conocer un video en el que decía que quemará vivos a sus rehenes si Japón no atiende sus exigencias.