La compañía norteamericana de negocios agrícolas, Monsanto, anunció que postergó el lanzamiento al mercado de trigo modificado genéticamente, decisión que fue recibida como una victoria por los grupos que luchan contra los cultivos transgénicos.
Los científicos de Monsanto habían modificado genéticamente el trigo para que no se vea afectado por los herbicidas utilizados en el campo.
Pero algunos consumidores y grupos ambientalistas en Norteamérica y los principales mercados de exportación, como Japón, Corea del Norte y Europa, hicieron campaña contra los cultivos modificados genéticamente, incluído el trigo, aduciendo que pueden ser peligrosos para la gente y el medio ambiente.
Otros cultivos modificados genéticamente, resistentes a insectos y herbicidas son muy utilizados en Estados Unidos, pero según analistas, reciben menos críticas porque, diferente del trigo, se los usa para alimentar ganado o producir aceite, y no para consumo directo del ser humano.