El gobernador de Oklahoma, Brad Henry, conmutó la pena de muerte a un ciudadano mexicano quien debía ser ejecutado el martes próximo por el homicidio en 1993 de una pareja de Oklahoma City.
El gobernador Henry tomó la decisión el jueves, el mismo día en que la Corte de Apelaciones de Oklahoma suspendió indefinidamente la ejecución de Osvaldo Torres, en espera de una audiencia probatoria dentro de 60 días.
Según la agencia de noticias Reuters, la audiencia determinará si el estado incumplió el derecho internacional sobre el trato de prisioneros al no permitirle acceso a Torres al consulado de México después de su detención.