Mientras las autoridades de la Biblioteca Presidencial en Los Ángeles, California se vieron obligadas a extender en cuatro horas el período de visitas al féretro de Ronald Reagan, dadas las decenas de miles de personas que esperan para rendir su último tributo al ex mandatario, se prevé que más de 100 mil personas lo visiten cuando sea trasladado al edificio del Capitolio Nacional, aquí en Washington, a partir del miércoles por la tarde, durante casi dos días.
Asimismo, numerosos dignatarios del mundo asistirán el viernes al servicio en su memoria en la Catedral Nacional de Washington, incluyendo los cuatro ex presidentes estadounidenses y algunos de los líderes extranjeros que participan en la cumbre del G-8 que se realiza en la isla del Mar, cerca de la costa atlántica del estado de Georgia. Funcionarios aquí en Washington planean aumentar las medidas de seguridad para el día en que se efectuará el funeral de estado del ex presidente Ronald Reagan, el viernes de esta semana. Los restos del ex mandatario serán trasladados posteriormente de regreso a California, donde serán sepultados al atardecer de ese mismo día.
El Departamento de Seguridad del Territorio Nacional designó todas las actividades en memoria de Reagan como eventos que requieren medidas especiales de seguridad.
Eso pone al Servicio Secreto a cargo de la supervisión de las medidas de precaución, que probablemente incluirán la designación de francotiradores en los techos de los edificios cercanos al Congreso, perros detectores de bombas y policías vestidos de civil que se confundirán con la multitud.
Funcionarios del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional señalaron que las medidas de seguridad están motivadas por las amenazas de actos terroristas y criminales.