Un soldado húngaro de 27 años de edad murió por la explosión de una bomba colocada a la orilla de una carretera en el sureste de Bagdad. Esta es la primera muerte de un militar húngaro del contingente de 300 que aquel país tiene desplegados en Irak.
A pesar del ataque, el ministro de Defensa de Hungría, Ferenc Juhasz dijo que las tropas de su país se van a mantener en Irak hasta fin de año, completando de esa forma la estadía programada, a menos que “el Parlamento decida otra cosa”.
Mientras tanto, el vicesecretario de Defensa de Estados Unidos, Paul Wolfowitz dijo que las tropas de Estados Unidos van a continuar en Irak hasta que el ejército de Irak pueda mantener la seguridad por si solo.
Hablando este jueves en el norte de Irak, Wolfowitz dijo que la relación de la coalición con el nuevo gobierno de Irak, que tomará el poder a partir del 1º de julio, será de socios.