Las fuerzas de Seguridad de Pakistán dieron muerte a un líder tribal renegado en una operación cerca del límite con Afganistán que tenía como objetivo sacar de su escondite a militantes vinculado con la red terrorista de al-Qaida.
Autoridades dijeron que en la operación armada realizada anoche las fuerzas dieron muerte a Nek Mamad y otros cuatro cómplices.
Los militares describieron al ex comandante del Talibán como “un ayudante de al-Qaida, quien además era sospechoso de dar refugio a militantes extranjeros en la región tribal del sur de Waziristan.
El ex comandante fue muerto esta mañana en su casa de habitación en el poblado de Kalu Shah, y cientos de hombres de las tribus participan de sus servicios fúnebres.
Pakistán incrementó sus operaciones militares destinadas a expulsar o dar muerte a los combatientes terroristas.
Unas 200 personas, incluidos 60 soldados perecieron durante las dos principales operaciones de este año.
Funcionarios paquistaníes creen que cientos de extranjeros miembros de al-Qaida están escondidos en las escarpadas regiones montañosas.