El ex presidente Alan García, el carismático socialdemócrata que a fines de la década de 1980 llevó a Perú a la hiperinflación, se presentó el jueves en Washington como un firme defensor del libre comercio y el único candidato capaz de dar la estabilidad necesaria para atraer grandes inversiones.
García, que pasó parte de la década de 1990 exiliado en Francia y Colombia huyendo de acusaciones de corrupción pero que casi ganó la presidencia en el 2001, prometió una profunda reforma tributaria para disminuir la economía informal y la eliminación de obstáculos que causan "retardos" en las inversiones en infraestructura.