La Arquidiócesis de Chicago revela este miércoles miles de documentos que detallan las quejas de abusos sexuales de parte del clero, la mayoría de ellos ocurridos antes de 1988 y ninguno después de 1996.
El cardenal Francis George, quien ha estado al frente de la arquidiócesis desde 1997, divulgó una carta a los parroquianos el domingo en la que pide disculpas por los abusos y dice que la divulgación de los documentos “eleva la transparencia a un nuevo nivel”.
La arquidiócesis pagó millones de dólares para arreglar fuera de corte casos de abuso sexual, incluyendo el del padre Daniel McCormack, sentenciado a cinco años de prisión luego de declararse culpable de abusar de cinco niños mientras era sacerdote y profesor de una escuela católica.
Muchos de los sacerdotes acusados ya murieron y los documentos contendrán información de solo 30 de unos 65 sacerdotes sobre los cuales hay denuncias creíbles de abuso.
Las víctimas y sus abogados dicen que la publicación de los documentos es importante para exponer cómo la arquidiócesis de Chicago –la más grande de Estados Unidos—manejó las acusaciones y cómo algunos de los sacerdotes fueron cambiados de parroquia en parroquia tras ser acusados de molestar a niños.
El cardenal Francis George, quien ha estado al frente de la arquidiócesis desde 1997, divulgó una carta a los parroquianos el domingo en la que pide disculpas por los abusos y dice que la divulgación de los documentos “eleva la transparencia a un nuevo nivel”.
La arquidiócesis pagó millones de dólares para arreglar fuera de corte casos de abuso sexual, incluyendo el del padre Daniel McCormack, sentenciado a cinco años de prisión luego de declararse culpable de abusar de cinco niños mientras era sacerdote y profesor de una escuela católica.
Muchos de los sacerdotes acusados ya murieron y los documentos contendrán información de solo 30 de unos 65 sacerdotes sobre los cuales hay denuncias creíbles de abuso.
Las víctimas y sus abogados dicen que la publicación de los documentos es importante para exponer cómo la arquidiócesis de Chicago –la más grande de Estados Unidos—manejó las acusaciones y cómo algunos de los sacerdotes fueron cambiados de parroquia en parroquia tras ser acusados de molestar a niños.