Estados Unidos dice que al-Qaeda ha reconstruido algunas de sus capacidades operativas previas al 11 de septiembre de 2001 y sigue siendo “la mayor amenaza terrorista” para Estados Unidos y sus aliados.
En su informe anual sobre terrorismo global, el Departamento de Estado norteamericano dio a conocer que en los años que han pasado desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, al-Qaeda y sus aliados extremistas han pasado la frontera de Afganistán hacia las remotas áreas en Pakistán.
Afirma que al-Qaeda y sus aliados han usado las áreas remotas de Pakistán como refugio seguro y campo de entrenamiento para terroristas.
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El informe agrega que al-Qaeda se ha comunicado con sus seguidores, ha planeado ataques y ha enviado combatientes a la insurgencia en Afganistán, desde allí.
El documento dice que el Talibán y otros grupos insurgentes y pandillas criminales controlan partes de Afganistán y Pakistán y amenazan la estabilidad de la región, mientras que Irán sigue siendo el estado auspiciante del terrorismo “más sginificativo”.
En 2008, la fuerza Quds de Irán continuó proporcionando armas, entrenamiento y fondos a Hezbolá en Líbano, para socavar al gobierno libanés e impulsar la campaña contra Israel.
El Departamento de Estado señaló que la fuerza Quds continúa proporcionando “letal apoyo” a grupos iraquíes extremistas que atacan fuerzas estadounidenses, iraquíes y de la coalición.
Según la agencia gubernamental las transferencias de armas al Talibán, en Afganistán, en 2008, continúan amenazando a las tropas afganas y de la OTAN y socavando las gestiones de estabilización.