Insurgentes en Iraq continuaron con su campaña de violencia este jueves, al detonar un coche bomba en un mercado de Bagdad que mató a por lo menos 15 personas.
Decenas más resultaron heridos, y una frustrada multitud volcó su ira contra policías y soldados, arrojándoles piedras y gritándoles.
Una ola de ataques desde que se anunció el nuevo gabinete iraquí hace dos semanas ha causado la muerte de más de 300 personas.
Este jueves, dos funcionarios de alto rango de los ministerios de Defensa y del Interior fueron ultimados en hechos separados en Bagdad.
Mientras tanto, infantes de Marina estadounidenses continuaron encabezando una ofensiva de cinco días contra insurgentes en un área cerca de la frontera con Siria.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos dicen que dos infantes de Marina resultaron muertos y 14 heridos el miércoles cuando su vehículo fue alcanzado por una bomba caminera.