Insurgentes atacaron hoy lunes un puesto de vigilancia iraquí al norte de Bagdad, dando muerte a siete soldados iraquíes, tras un día de muerte y destrucción en que perecieron 43 personas.
Las tropas iraquíes señalaron que guerrilleros con armas automáticas y fuego de morteros ingresaron a la ciudad de Khalis, cerca de Baquba, al amanecer.
Los insurgentes habrían abandonado el lugar tras una breve e intensa batalla en que tres civiles resutaron heridos.
Una declaración aparecida en Internet en nombre de al-Qaeda en Iraq se atribuye responsabilidad por el peor de los ataques del domingo, un cohe bomba suicida cerca de una multitud de reclutas del ejército, que causó la muerte de 21 personas en Bagdad.
Otras 22 personas murieron en otros incidentes el domingo, tanto en la capital como en las ciudades de Kirkuk y Mosul y la provincia de Al-Anbar.
En un incidente separado, las fuerzas militares de Estados Unidos liberaron a un cineasta iraní-estadounidense que había sido arrestado en mayo, tras haber descubierto que un taxi que conducía contenía relojes que podrían ser utilizados para fabricar bombas.
Las autoridades estadounidenses señalaron que una investigación concluyó que el individuo no es un combatiente enemigo.