Un destacado periodista y legislador libanés anti-sirio murió en una explosión en Beirut.
La policía señaló que la bomba, aparentemente colocada en un automóvil estacionado, estalló cerca del vehículo blindado del legislador cristiano Gibran Tueni.
La explosión destruyó el vehículo en que viajaba el legislador.
También murió su conductor y por lo menos dos personas que se encontraban en las cercanías. Otras treinta personas resultaron heridas.
El líder druso libanés, Walid Jumblatt, quien también es enérgico opositor de la influencia siria en Líbano, culpó inmediatamente a Damasco del asesinato.
Un grupo previamente desconocido se atribuyó responsabilidad por la explosión, pero su declaración aún no ha sido confirmada como auténtica.
Tueni fue asesinado pocas horas antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU recibiera un informe del asesinato del ex primer ministro libanés, Rafik Hariri, ocurrido el 14 de febrero.
Un informe previo del investigador de la ONU, Detlev Mehlis, indica que hay evidencia respecto a que autoridades de seguridad sirias y sus aliados libaneses, estarían involucrados en el asesinato de Hariri. Siria ha negado su participación en los hechos.