Los dirigentes del sindicato de trabajadores del transporte de Nueva York aprobaron un nuevo convenio colectivo para resolver la disputa que llevó a una huelga de tres días, la semana pasada, y al cierre de la inmensa red de trenes subterráneos y autobuses de la ciudad.
El contrato contempla aumentos salariales por más de un 10 por ciento, en tres años, pero también exige que los trabajadores paguen parte del costo de su seguro médico, por primera vez.
Por su parte, la patronal hizo a un lado la demanda de que los empleados futuros asumieran mayor parte de los costos jubilatorios.
Los trabajadores de subterráneos y ómnibuses abandonaron las tareas el 20 de diciembre, forzando el cierre de una red que normalmente transporta a siete millones de personas por día.
Enfrentados a la amenaza de cárcel de sus dirigentes sindicales, los trabajadores comenzaron a retornar al trabajo y las operaciones retomaron su nivel normal, el viernes.
La aprobación del contrato a últimas horas de este martes se basó en el voto de la junta ejecutiva del sindicato.
Sus treinta y tres mil miembros también tendrán que expresar su decisión en una votación del contrato provisorio.