El presidente Bush visitará hoy la Agencia Nacional de Seguridad para defender su controversial programa de espionaje interno.
La visita es parte de una intensa campaña de relaciones públicas hecha por la administración Bush esta semana para convencer al público que el programa es una herramienta necesaria para combatir el terrorismo.
Bush autorizó a la NSA a interceptar llamadas telefónicas y correo electrónico entre ciudadanos estadounidenses en este país y personas en el exterior, sin autorización judicial.
El Presidente pronunciará un discurso en la NSA a sus empleados, a puertas cerradas, luego recorrerá las instalaciones de la agencia y declarará a los periodistas.
Sobre el tema están programadas audiencias en el Congreso, a partir del 6 de febrero.