Observadores internacionales calificaron como un éxito las elecciones del martes en Haití, pese a los problemas organizativos.
Los haitianos hicieron caso omiso a los temores de violencia, y viajaron por automóviles, autobuses y a pie, a los puestos de votación en las primera elecciones desde que el ex presidente Jean Bertrand Aristide fue obligado a salir al exilio, hace dos años.
Más de nueve mil pacificadores de la ONU vigilaron el proceso.
Jean-Marie Guehemo, el funcionario de la ONU a cargo del mantenimiento de la paz, dijo que la votación es una señal de esperanza, pero destacó que Haití necesitará apoyo internacional durante años, si no décadas.