Funcionarios pakistaníes dicen que el número de muertes en enfrentamientos entre musulmanes chiítas y sunitas en la noroccidental población de Hangu ha aumentado a por lo menos 40.
Funcionarios locales dicen que pese al aumento en las medidas de seguridad, continuaban, este vienes, los ataques con proyectiles y armas pequeñas de fuego.
Por lo menos cuatro personas murieron víctima de violencia, llevando el total de muertos, el jueves, a 36 cuando las dos sectas conmemoraban Ashura.
El ministro del Interior, Aftab Sherpao dijo que las tensiones siguen elevadas, pero que tanto clérigos sunitas como chiítas han exhortado a la calma.
Agregó que fueron impuestos toques de queda y puntos de control.