El Primer Ministro de Francia dijo que no renunciará debido una presunta campaña de difamación contra un importante político.
Dominique de Villepin declaró a radio Europa Uno, este martes, que él no tuvo que ver con ningún intento por desacreditar a su rival, el ministro del interior Nicolás Sarkozy.
De Villepin y Sarkozy aspiran la candidatura del partido gobernante en las elecciones presidenciales de 2007.
El diario Le Monde publicó que de Villepin solicitó a un agente de inteligencia que investigara acusaciones, según las cuales, Sarkozy recibió sobornos por la venta de buques de guerra a Taiwán, en 1991.
Sarkozy ha negado todo papel en el escándalo.
Entretanto, Sarkozy ha sido criticado por su apoyo de nuevas reformas migratorias que son discutidas hoy en el parlamento.
Líderes religiosos y grupos de derechos han expresado preocupación por las propuestas que podrían dar preferencia a inmigrantes altamente educados respecto de otros.