Por lo menos 11 personas han muerto en Chile luego de fuertes lluvias que han causado grandes inundaciones.
Miles de personas han quedado damnificadas.
Las autoridades informan que diez de las muertes ocurrieron en la ciudad de Chihuayante, donde dos derrumbes causaron la muerte a tres bomberos que buscaban víctimas.
En otras áreas, un policía sigue desaparecido, luego de haber sido arrastrado por las aguas en el automóvil en el que viajaba junto a su compañero de turno.
El otro oficial se recupera en un hospital tras ser hallado vivo, 12 horas después, a 40 kilómetros del sitio donde originalmente se encontraba el vehículo.
Las autoridades indicaron que la crecida de los ríos ha obligado a más de 25 mil personas a abandonar sus hogares en el sur de Chile, mientras se ha interrumpido la electricidad y los caminos a numerosos pueblos permanecen bloqueados.
La presidenta chilena Michelle Bachelet declaró zona de desastre en la región.