Decenas de organizaciones caritativas y grupos pro derechos humanos en Rusia podrían verse obligados a cerrar operaciones mañana, miércoles, mientas los activistas se quejan de procedimientos complicados e innecesarios bajo una nueva ley que exige a esas entidades inscribirse con el gobierno.
La ley obliga a organizaciones no gubernamentales a reinscribirse y a presentar informes regulares de sus actividades y fuentes de financiamiento.
Las autoridades dicen que sólo 80 de cientos de grupos estaban inscritos hoy, martes.
Human Rights Watch sostiene que una cláusula que exige a las ONGs alertar a las autoridades sobre futuros planes de trabajo, impedirá que los grupos respondan a crisis no anticipadas.
Por otro lado, Amnistía Internacional informa que la ley obliga al cierre de la Sociedad de Amistad Checheno-Rusa, financiada por esa entidad, la cual observa la situación de los derechos humanos en la república separatista.