El presidente Bush declaró a Hawaii área de desastre luego del terremoto que sacudió la isla el domingo, despejando el camino para que el estado reciba fondos federales de emergencia.
La declaración del mandatario, el martes, hace disponible ayuda a los gobiernos estatal y local, así como a ciertas organizaciones sin fines de lucro para la remoción de escombros y otros propósitos de emergencia.
La declaración tiene lugar en momentos en que varios sismos secundarios sacudieron el estado y equipos inspeccionaban daños causados por el sismo de 6,7 en la escala de Richter.
El Instituto Geológico de Estados Unidos dio a conocer que el temblor de mayor intensidad tuvo una magnitud de 3,9.
El organismo federal de emergencias de Estados Unidos envió un equipo de casi cien personas a la principal isla de Hawai, para evaluar los daños y coordinar la ayuda federal.
Cálculos preliminares indican que el terremoto dejó más de 40 millones de dólares en daños materiales.
No se ha informado de muertes o heridos de gravedad a raíz del terremoto del domingo, el más fuerte que afecta Hawaii en dos décadas.