Gran Bretaña e Irlanda afirmaron que actuarán para limitar la influencia de los trabajadores búlgaros y rumanos, luego de que ambos países europeos ingresaran formalmente a la Unión Europea en enero.
El secretario del Interior británico, John Reid, dijo hoy, martes, que la necesidad de los británicos dictará la cantidad admitida de cada uno de los dos países.
Dijo que bajo la nueva política, Gran Bretaña pondrá límite al número de trabajadores no especializados.
La mayoría de los trabajadores preparados necesitarán permisos de trabajo y tendrán que probar que desempeñan labores que no pueden ser realizadas por residentes británicos.
Las autoridades en Londres y en Dublín afirmaron que las restricciones serán revisadas anualmente.
En respuesta, Bulgaria dijo que considerará adoptar una acción recíproca contra Gran Bretaña, Irlanda o cualquier otro país europeo que bloquee a los búlgaros o a los rumanos de sus mercados laborales.
Rumania indicó que trabajará para eliminar los controles tan pronto como sea posible.