El fiscal argentino Alberto Nisman acusó al expresidente iraní Hashemi Rafsanjani y a sus asistentes de ordenar el ataque con bomba del 18 de julio de 1994 contra el centro cultural judío en Buenos Aires, que dejó un saldo de 85 muertos y unos 300 heridos.
Nisman dice que investigadores han determinado que el máximo liderazgo iraní decidió en 1993 colocar la bomba en el centro judío, y ordenó al grupo militante Hezbolá, con sede en el Líbano, que llevara a cabo el ataque.
Irán y Hezbolá han negado reiteradamente su participación en el atentado de Buenos Aires, y hasta el momento nadie ha sido juzgado por el mismo, aunque fue el peor ataque terrorista en la historia de Argentina.
Los fiscales argentinos acusaron a siete exfuncionarios iraníes en conexión con el caso, incluídos Rafsanjani, su ministro de relaciones Exteriores Ali Ar Velayati, el jefe de inteligencia Ali Fallahijan, dos comandantes de la Guardia Revolucionaria y dos diplomáticos.
También está acusado un exfuncionario de seguridad de Hezbolá.
El juez argentino Rodolfo Canicoba Corral debe ahora decidir si emite órdenes de captura internacionales contra los acusados.
El magistrado tiene un tiempo indefinido para aceptar o rechazar los cargos.