Los demócratas en Estados Unidos prometen que presionarán por un cambio de curso en la política sobre Iraq, si -- como sugieren las encuestas de opinión pública -- retoman el control de una o ambas cámaras del Congreso, en las elecciones de medio período, el martes.
A medida que aumentan las muertes de estadounidenses y continúa la violencia en Iraq, la guerra se ha transformado en un tema clave en estas elecciones de medio período.
Las encuestas de opinión indican que los demócratas están en buena posición para lograr los 15 escaños necesarios para quitarle el control a los republicanos en la Cámara de 435 miembros, y posiblemente podrían ganar los seis asientos necesarios para volver a controlar el Senado, compuesto por 100 escaños.
Las encuestas sugieren que el descontento con la forma en que el presidente Bush ha manejado la guerra en Iraq está ayudando a los demócratas.
Carl Levin, el principal demócrata en la Comisión de Servicios Armados del Senado, dice que los comicios de medio período se han transformado en un referéndum sobre la guerra.
Si los demócratas logran el control de la Cámara y el Senado estarían en posición de influenciar un cambio en la política en Iraq, dado que asumirían la presidencia de las comisiones legislativas.
El senador Levin, por ejemplo, sería presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado.
Él ha pedido un retiro gradual de las tropas estadounidenses de Iraq, a partir del mes próximo.
Es un plan, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa, que los votantes estarían esencialmente apoyando, si ellos devuelven el control del Congreso a los demócratas.
“El mensaje, con un poco de suerte, será un Congreso demócrata, y si ese es el resultado, creo que será entendido correctamente como un muy enérgico mensaje al presidente de que el pueblo estadounidense quiere un cambio de curso en Iraq, y quiere comenzar una reducción de nuestra presencia allí para fin de este año”, dice Levin.
Sin embargo, los demócratas están divididos sobre si retirar los soldados, y cuántos, en un cierto período de tiempo.
Es un punto que el presidente Bush ha destacado en un acto de campaña con el senador republicano Conrad Burns, en Montana, el miércoles.
“Estamos en medio de una guerra contra el terrorismo, y una de las más fundamentales batallas se libra en Iraq, y sin embargo los demócratas no tienen plan para la victoria. Ellos no tienen idea de cómo ganar. Duras críticas no son un plan para la victoria”, indicó Bush.
El presidente Bush se opone a cualquier cronograma para una retirada paulatina de las tropas, y critica a los demócratas que apoyan la idea. No obstante, el presidente del Partido Demócrata, Howard Dean, argumenta que los demócratas no quieren una inmediata retirada de tropas.
Dean habló en un reciente programa de “Face the Nation”, en la cadena de televisión CBS.
“El presidente aún estará a cargo de la política exterior y los militares. Entonces la influencia de un Congreso demócrata será, pienso, una influencia positiva, pero no imagino que repentinamente vayamos a forzar al presidente a dar marcha atrás en su política. No tenemos la capacidad de hacer eso. Pero pienso que pondremos alguna presión en él para use algunos puntos de referencia, algunos cronogramas y un plan real en lugar de seguir el curso actual”.
Los demócratas también dicen que, si toman el control del Congreso, exhortarán a la administración a que presione al gobierno iraquí para que haga más para lograr los compromisos políticos necesarios para llevar estabilidad a ese país.