La corte de justicia europea determinó que los compradores on line que adquieren alcohol y cigarrillos baratos de otros países europeos, deben pagar impuestos sobre dichos productos en su propio país.
La corte ratificó una ley previa de la UE, de 1992, que indica que el impuesto solo podría ser evadido si el consumidor compra el alcohol en el exterior y lo transporta a su país por sus propios medios y para su uso personal.
Esta decisión indica que los compradores europeos todavía tienen que viajar al exterior para aprovechar la ventaja de menores impuestos al vino y la cerveza.
Gran cantidad de consumidores británicos toman los llamados “cruceros de la bebida” a puertos franceses para aprovisionarse de alcohol barato.
La decisión es también una victoria para los gobiernos de la Unión Europea que temían perder una fuente de ingresos si los compradores importaban cigarrillos y alcohol libres de impuestos.