La OTAN se comprometió a continuar su misión en Afganistán a pesar del resurgimiento de fuerzas del Talibán y Al Qaeda, y de desacuerdos dentro de la alianza sobre cómo y donde emplazar tropas.
Al final de una cumbre de dos días en Riga, capital de Estonia, los líderes de la alianza atlántica prometieron aportar “las fuerzas, recursos y flexibilidad” necesarios para asegurar el éxito de la misión.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jaap de Hoop Scheffer, afirmó que varios países acordaron levantar restricciones a sus fuerzas y que muchas naciones han aceptado emplazar tropas al sur de Afganistán, en caso de una emergencia.
Sin embargo, un alto funcionario estadounidense que viaja con el presidente Bush dijo a la agencia de noticias France Presse que le gustaría ver levantadas las restricciones a las tropas de la OTAN.
El funcionario dijo a la AFP que está esperando ver cómo se desarrolla el debate político dentro de Alemania con relación a sus fuerzas en Afganistán.