Una investigación del gobierno británico sobre la muerte en 1997 de la Princesa Diana, dice que su fallecimiento fue “un trágico accidente”, en que no hubo ninguna conspiración.
Un informe sobre los tres años de investigación, dado a conocer este jueves en Londres, también indica que la Princesa de Gales no estaba embarazada cuando falleció en el accidente automovilístico en París.
El exjefe de policía de Londres, John Stevens dijo a los periodistas que los investigadores no retuvieron información en ningún momento, y que no hubo conspiración para asesinarla a ella o a su compañero Dodi al-Fayed.
La muerte de la Princesa desató una serie de teorías de conspiración en el sentido que agentes británicos o la familia real habían complotado para matarla debido a que la relación de Diana con Dodi al-Fayed era vergonzosa para la familia real.
Los dos perecieron cuando el Mercedes en que viajaban con un chofer se estrelló en un túnel en París, en agosto de 1997, mientras trataban de eludir a fotógrafos que los perseguían.
El informe dice que el accidente fue causado por el chofer de al-Fayed, Henri Paul, quien también murió en el choque.
Según los investigadores, Paul estaba ebrio e iba a exceso de velocidad.
Una investigación anterior también culpa a Paul del accidente, indicando que estaba ebrio y aletargado por la ingesta de tranquilizantes.