El general George Casey, el comandante de las fuerzas estadounidense en Iraq, advirtió que no se deben esperar rápidos resultados del nuevo plan estadounidense para mejorar la seguridad en el país.
En declaraciones a periodistas este lunes en Bagdad, Casey dijo que espera una evolución gradual que llevará meses ver los resultados.
El plan de Estados Unidos, anunciado la semana pasada por el presidente Bush, contempla el emplazamiento de más de 20 mil soldados adicionales en Iraq.
El general Casey cree que hay un sólido nivel de compromiso por parte de líderes políticos iraquíes con la gestión estadounidense.
Sin embargo, reconoció que sigue habiendo dificultades con la organización de las fuerzas de seguridad iraquíes.
El presidente Bush ha reconocido que las decisiones de su Administración han contribuido a la inestabilidad en Iraq.
En una entrevista anoche en el programa “60 Minutes”, de CBS, Bush expresó que la historia encontrará las maneras en que Estados Unidos pudo haber hecho mejor las cosas en Iraq.
Sin embargo, el mandatario dijo que sigue estando de acuerdo con su decisión de derrocar al ex presidente iraquí Saddam Hussein.
El gobernante dijo que Saddam representaba “una fuente significativa de inestabilidad”.
En la entrevista, el mandatario también dijo que el fracaso en Iraq envalentonaría a Irán, y calificó a la República islámica como “una amenaza significativa para la paz mundial”.
Agregó que las fuerzas estadounidenses se harán cargo de cualquier iraní en Iraq al que se descubra haciendo daño a ciudadanos estadounidenses o iraquíes.
Entretanto, el canciller iraquí Hoshyar Zebari dijo que su gobierno ha solicitado a los militares estadounidenses dejar en libertad a cinco iraníes detenidos la semana pasada, si se encuentra que no son culpables de ayudar a la insurgencia iraquí.
Zebari afirma que los iraníes detenidos en una incursión en la ciudad de Irbil, trabajaban en una oficina de enlace que proveía servicios consulares a los residentes.
Dijo que la oficina era preparada para servir como consulado.
Militares estadounidenses dijeron que los detenidos tienen vínculos con una unidad de la Guardia Revolucionaria iraní, que provee armas y entrenamiento a militantes en Iraq. Teherán dice que los cinco son diplomáticos que realizaban actividades legales.