El presidente de Ecuador, Rafael Correa, apoyó la decisión del Tribunal Supremo Electoral de destituir a 57 legisladores que buscaban impedir su programado referéndum sobre reforma constitucional.
Correa elogió la decisión del tribunal electoral el jueves, desde el balcón del Palacio Presidencial en Quito.
El mandatario calificó a los legisladores de “impostores” y dijo a una multitud de partidarios que el plebiscito para redactar la nueva Constitución es irreversible.
Cientos de policías rodearon el Congreso ecuatoriano a primeras horas de ayer, jueves, para hacer cumplir la decisión.
El Tribunal Supremo Electoral ordenó la destitución de los legisladores el miércoles, después que votaron a favor de destituir al principal juez del tribunal, Jorge Acosta, por respaldar la consulta popular.
El magistrado afirma que su despido es ilegal y que sólo los tribunales pueden apartarlo de su cargo.
Por otro lado, los legisladores dicen que la destitución de ellos por parte del tribunal también es ilegal.