El presidente Bush reafirmó lo que describe su “sólido apoyo” a su atribulado Secretario de Justicia, Alberto Gonzales.
El funcionario se encuentra en el centro de una tormenta política debido a como se manejaron los despidos de ocho fiscales federales el año pasado.
Los críticos dicen que ellos fueron despedidos por razones políticas, y que altos funcionarios del Departamento de Justicia engañaron a miembros del Congreso al decir que los fiscales fueron objeto de la medida debido a un mal desempeño laboral.
La vocera de la Casa Blanca, Dana Perino, indicó que el presidente Bush llamó por teléfono a Gonzales esta mañana, para ratificarle su apoyo, aunque un considerable número de legisladores demócratas y algunos republicanos han pedido la renuncia del Fiscal General.
Perino negó informes no confirmados de que funcionarios republicanos ha estado buscando un posible sucesor de Gonzales.