Estudiantes de una escuela extremista islámica en Islamabad, la capital paquistaní, liberaron a la presunta propietaria de un prostíbulo y a tres miembros de su familia, después que la obligaron a ofrecer disculpas públicamente.
Vistiendo una burka, un vestido que la cubre de pie a cabeza, y al comparecer ante la prensa, la mujer prometió llevar una vida más piadosa.
Ella, su hija, su nuera y su nieta, regresaron posteriormente a su residencia.
Alumnas de la madraza Jamia Hafsa las secuestraron ayer, miércoles, como parte de una campaña contra los vicios.
La policía respondió arrestando a los maestros vinculados con la acción, y luego los alumnos secuestraron a dos policías.
Ambas partes acordaron posteriormente liberar a los rehenes adicionales.