El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, encabezó las celebraciones por el día de la revolución cubana, pero los eventos del jueves no incluyeron a su convaleciente hermano, Fidel Castro, quien fue visto en público, por última vez, hace un año.
Decenas de miles de personas se concentraron en la ciudad de Camagüey, para conmemorar un ataque rebelde de 1953, el cual ayudó a lanzar la revolución cubana, seis años más tarde.
Dirigiéndose a la multitud, Raúl Castro criticó a Estados Unidos por lo que llamó su política absurda, ilegal y fracasada contra Cuba.
No obstante, el presidente interino dijo que Cuba estaría abierta al diálogo con Estados Unidos, si la próxima Administración en Washington se comunica en lo que llamó un modo civilizado.
En la capital estadounidense, el Departamento de Estado manifestó que Raúl Castro debe dialogar más con su propio pueblo.