Residentes del nordeste de Nicaragua buscan a sus seres queridos desaparecidos y evalúan los daños causados por el huracán Félix, que se abatió sobre sus costas el martes.
Se ha informado de por lo menos 38 muertes en Nicaragua a causa de la poderosa tormenta de categoría cinco.
Félix tocó tierra en la remota costa caribeña nicaragüense, donde vive la comunidad de indios miskito.
Sus débiles viviendas fueron destruidas y los árboles fueron arrancados de raíz por los vientos de 260 kilómetros por hora.
Muchas personas están desaparecidas y las autoridades temen que el total de víctimas aumentará.
Lluvias remanentes de la tormenta en Centroamérica amenazan con causar peligrosas inundaciones y deslaves.
Entretanto, el huracán Henriette fue degradado a tormenta tropical después que tocó tierra en México por segunda vez.
El martes, Henriette azotó Baja California, donde dejó por lo menos siete muertos.
Félix y Henriette se abatieron sobre Latinoamérica en un espacio de pocas horas el martes.
Hace dos semanas, el huracán Dean, también de categoría cinco, azotó la frontera de México y Belice.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami dice que es la primera vez desde que se lleva registro, que dos huracanes de categoría cinco, la más poderosa en una tormenta, tocan tierra en el mismo año.