Testigos en Myanmar, antes conocida como Birmania, informaron que decenas de miles de monjes budistas y manifestantes que apoyan sus reclamos están marchando en Rangún, la capital, a pesar de las advertencias del gobierno militar de que detengan sus manifestaciones pro-democracia.
Observadores indicaron que una gigantesca manifestación de los monjes en sus togas color naranja, y civiles, están marchando a través del centro de Rangún, portando carteles y entonando cánticos pro-democracia.
Testigos también dijeron que algunos manifestantes portan una bandera con un pavo real guerrero, el emblema de la unión de estudiantes que lideró una revuelta masiva en 1988.
El Ejército aplastó la rebelión a través de enfrentamiento que se estima dejaron unos tres mil muertos.
En las primeras horas de este martes, oficiales del Ejército recorrieron la ciudad con altavoces alertando a las personas a mantenerse alejados de las manifestaciones.
El lunes el gobierno alertó a los monjes a mantenerse fuera de la actividad política.
El ministro birmano de Asuntos Religiosos, el brigadier general Turra Myint Hamhung, amenazó a través de la televisión estatal con tomar medidas contra los monjes que participen en las manifestaciones.