Un estudio recién publicado critica a los contratistas de seguridad en Afganistán, por aumentar la sensación de inseguridad en ese país.
El análisis, dado a conocer el lunes por el Swisspeace Institute, señala que muchos afganos no pueden distinguir entre el sector de seguridad privado y las fuerzas internacionales y afganas.
La investigadora suiza Susan Schmeidl sostiene que uno de los problemas principales es que nadie monitorea a los guardianes.
El informe señala que algunas de las compañías de seguridad que operan en Afganistán emplean a combatientes con presuntas conexiones criminales.
El gobierno afgano aún no introduce legislación para regular a la industria de seguridad privada, pero la policía afgana comenzó a contener a los que operan sin licencia.
Las firmas de seguridad incluyen grupos internacionales como la estadounidense Blackwater y otras, de propiedad afgana.