El presidente Bush firmó una extensión por quince días de un controversial programa de espionaje a potenciales terroristas.
Durante un acto celebrado este jueves en Las Vegas, Nevada, Bush exhortó a los legisladores a hacer que el programa de vigilancia sea permanente, por la seguridad de Estados Unidos.
La ley, que expiraba este viernes, permite al gobierno intervenir llamadas telefónicas y correos electrónicos entre personas en Estados Unidos y sospechosos de terrorismo en el extranjero.
Bush pidió que se le conceda inmunidad a las empresas de telecomunicaciones que han ayudado al gobierno en las labores de espionaje.
Los demócratas en la oposición, que son mayoría en el Congreso, se oponen a la inmunidad e instaron a que el programa sea sometido a mayores controles.