En Irak, el primer ministro Nouri al-Maliki dijo que la milicia del clérigo radical chiíta Moqtada al-Sadr debe ser desarticulada si el movimiento quiere integrarse al proceso político.
Maliki declaró a CNN, este lunes, que los seguidores de al-Sadr no podrán competir en las próximas elecciones, a menos que el Ejército Mahdi sea desbaratado.
Fue la primera vez que al-Maliki señaló al Ejército Mahdi en su llamado a las milicias para que depongan las armas.
Los voceros de al-Sadr rechazaron inmediatamente el ultimátum. Ellos afirman que el Primer Ministro no tiene derecho a interferir en el proceso electoral de Irak.
Los seguidores de al-Sadr están planeando participar en las elecciones provinciales de este año, las cuales podrían redistribuir el poder en Irak.