Las Naciones Unidas suspendieron los vuelos de ayuda a Myanmar, la antigua Birmania, después de que las autoridades incautaran todos los suministros de asistencia llevados al país de gobierno militar, para ayudar a las víctimas del mortal ciclón de la semana pasada.
Las autoridades del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, PMA, dijeron, este viernes, que dos envíos de equipos y alimentos que se hicieron a Birmania fueron confiscados.
Funcionarios del PMA dicen que la conducta del gobierno birmano es inaceptable y que no tienen otra opción que suspender futuros envíos hasta que el asunto se resuelva.
En Tokio, el vicesecretario de Estado norteamericano, John Negroponte, expresó preocupación por la negativa de acceso birmana a los trabajadores humanitarios.
Negroponte se reunió en la capital nipona con su homólogo Masahiko Komura, para hablar sobre el progreso en la entrega de la ayuda humanitaria a Myanmar.
El jueves, en Atlanta, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon reiteró su llamado a las autoridades birmanas para que permitan el ingreso de socorristas extranjeros.
Las acciones del gobierno birmano probablemente aumenten la indignación internacional por su respuesta al ciclón Nargis.
Myanmar también ha rechazado permitir trabajadores de ayuda extranjeros en el país para que ayuden a distribuir la asistencia a los cientos de miles que la necesitan.
La ex Birmania acordó aceptar ayuda extranjera, pero insiste en que sus propios ciudadanos sean usados para distribuir los suministros.