El gobierno iraquí está ofreciendo dinero en efectivo y amnistía a los milicianos en la norteña ciudad de Mosul, si deponen las armas.
El primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, hizo el ofrecimiento desde Mosul, lugar que se considera el último valuarte urbano importante de al-Qaeda en Irak.
Maliki está supervisando personalmente un operativo contra los insurgentes en la región.
El Premier dice que, a partir de este viernes, los hombres armados tienen 10 días para entregar su armamento mediano y pesado.
El operativo, ahora en su tercer día, resultó en el arresto de más de 500 presuntos extremistas.
Entre tanto, los medios informativos estatales iraníes culpan a Estados Unidos por un ataque contra empleados de la embajada iraní en Bagdad.
Hombres armados dispararon contra un vehículo de la embajada, el jueves, hiriendo a tres iraníes y a su conductor iraquí.
Los militares estadounidenses niegan toda participación en el incidente.