El presidente de Estados Unidos, George Bush, emitió una orden ejecutiva por la que da nuevos poderes al Director Nacional de Inteligencia, para mejorar la coordinación entre los organismos de inteligencia del país.
La medida da al funcionario, actualmente Mike McConnell, la autoridad para formular políticas que guíen las relaciones de la inteligencia estadounidense con otros países.
Previamente, la Agencia Central de Inteligencia, CIA, tenía el papel preponderante en esta materia.
La norma también establece un marco para la conducta de los organismos de inteligencia del país.
La Casa Blanca dice que los lineamientos mantienen la actual prohibición de perpetrar asesinatos y las limitaciones en cuanto a experimentos humanos.
McConnell también será responsable de emitir lineamientos sobre cómo recolectar, analizar y compartir información entre las 16 agencias de inteligencia.
La orden da a McConnell el poder de realizar adquisiciones como nuevos satélites y otras decisiones que involucran fondos.