Cientos de miles de estudiantes universitarios podrían enfrentar problemas para obtener créditos universitarios, en el año académico que comienza en unas semanas.
Decenas de acreedores privados han abandonado el negocio de los préstamos universitarios, mientras otros han aumentado las exigencias para aprobarlos.
Los acreedores tradicionalmente obtienen sus fondos comercializando paquetes de créditos estudiantiles junto a otros valores, respaldados por las ganancias procedentes de los pagos de dividendos hipotecarios.
Esos valores fueron vendidos a inversionistas que ganaron dinero, cuando los estudiantes completaban los pagos de sus préstamos, con un interés adicional.
Sin embargo, miles de inversionistas ya no se interesan por adquirir valores respaldados por créditos hipotecarios, debido a que un sistema similar de préstamos hipotecarios colapsó, generando la pérdida de miles de millones de dólares, cuando el mercado de la vivienda se deterioró.