El ex obispo de la Iglesia Católica en Paraguay, Fernando Lugo, tomará posesión como nuevo presidente del país este viernes, prometiendo terminar con la corrupción, luchar contra la pobreza y distribuir tierra a los pobres en toda la nación.
El mandatario entrante fue elegido en abril, poniendo fin a 61 años de gobierno del Partido Colorado. Lugo preside la centroizquierdista Alianza Patriótica por el Cambio, coalición política que incluye a los principales partidos de oposición, sindicatos, grupos agrícolas e indígenas.
Lugo, una vez llamado el “obispo de los pobres”, fue ordenado como sacerdote en 1977, pero hace dos años dijo que quería seguir la carrera política.
A fines del mes pasado, el Vaticano le permitió renunciar como obispo y cambiar su condición de clérigo a seglar para que pudiera tomar posesión del cargo presidencial, sin violar las reglas de la Iglesia Católica.