Nueva York recibe esta semana a mandatarios y delegados de 192 países que
participan de la sexagésima tercera Asamblea General de la ONU.
La
seguridad es extrema y en cada esquina se puede observar un agente de la, ya sea en patrulla o a pie.
Con un fuerte dispositivo de
seguridad, las autoridades de Nueva York se preparan para recibir a los
presidentes o jefes de Estado que integran la Organización de Naciones Unidas.
Parte de la seguridad está a cargo del llamado Servicio Secreto,
otro tanto por la seguridad de las Naciones Unidas y por supuesto por los
llamados “hombre de azul”, la policía de Nueva York.
Aunque oficialmente
la 63a sesión anual fue inaugurada este martes en Nueva York, es está semana que
se espera la presencia de los jefes de estado de la mayoría de países
miembros.
Después de los atentados terroristas del 11 de septiembre del
2001, las autoridades no escatiman esfuerzos y recursos para brindar una
seguridad extrema en Nueva York.
Todas las calles aledañas al edificio
del organismo mundial en el centro de Manhattan están custodiadas por la policía
local y por el Servicio Secreto.
El acceso al edificio se encuentra
limitado a las personas con una acreditación especial.
También se ordenó
el cierre al tránsito de arterias en los alrededores de la Primera Avenida,
donde está la entrada al edificio de la ONU.
Las visitas turísticas a las
instalaciones de la ONU han sido canceladas. En los alrededores han sido
desplegadas patrullas y autos del Servicio Secreto, mientras que el río está
siendo vigilado por lanchas y helicópteros.
Algunos francotiradores han
sido apostados en algunos edificios, mientras que cámaras de vigilancia recorren
algunas calles.
La vigilancia se incrementará aun más con la presencia
del presidente de Estados Unidos, quien este martes se dirige ante los delegados
de la ONU.
Durante las próximas dos semanas, los habitantes de esta gran
ciudad deberán adaptarse y soportar el incremento en el embotellamiento de
tránsito y otras medidas de seguridad que se implementan fuera de la
ONU.
Las estaciones del metro están siendo vigiladas por policías, perros
adiestrados para detectar bomba y agentes encubiertos.