La brecha entre los más ricos y pobres de Estados Unidos aumentó a un nivel récord el año pasado, elevando el índice de desigualdad del país al mayor del mundo industrializado, según cifras reveladas por la Oficina del Censo.
Los estadounidenses que ganan más de $ 100.000 dólares al año –y representan al 20 por ciento de la población- recibieron el 49,4 por ciento de todos los ingresos generados en Estados Unidos en 2009.
Por el contrario, los que están debajo de la línea de pobreza –que ganan $ 21,000 dólares al año- recibieron apenas el 3,4 por ciento de todos los ingresos generados.
Estas cifras revelaron una proporción de 14,5 a 1, por encima del 13,6 a 1 del año 2008.
Otra medida, el índice internacional Gini –que mide la desigualdad de los ingresos- también indicó que la brecha entre los más ricos y pobres de EE.UU. alcanzó su mayor nivel desde 1967, año en el que el Censo comenzó a registrar los ingresos por familia. Y posicionó a Estados Unidos como el país más desigual del mundo industrializado occidental.
La economía estadounidense –que entró en recesión en 2007- tuvo un impacto en el nivel de ingresos de las familias del país y en otros aspectos de la sociedad que la Oficina del Censo está midiendo a través de una serie de datos publicados.
Otro de los estudios del Censo reveló que el número de inmigrantes indocumentados que entran al país cayó por primera vez en 20 años, en parte, desmotivados por la crisis económica.