El Salvador abrirá las operaciones del aeropuerto internacional San Oscar Arnulfo Romero este fin de semana, en medio de una polémica debido a la exigencia para que los viajeros presenten una prueba negativa de COVID-19 para poder ingresar al país.
La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitió una medida cautelar, en la que prohibió al gobierno la aplicación de la disposición, pero el presidente Nayib Bukele trasladó la responsabilidad a las aerolíneas.
El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), -que administra dicho aeropuerto Federico Anliker-, se expresó al respecto diciendo: “El contexto está más que claro, por qué estamos haciendo estas medidas verdad (...) (además) estamos aquí de frente todas las autoridades que nos competen directamente estas nuevas disposiciones".
El gobierno advirtió que si las aerolíneas incumplen la medida sanitaria volverán a cerrar la terminal aérea. Esto generó críticas de la oposición en el Congreso.
El diputado René Portillo Cuadra indicó: “Tampoco le puede trasladar el presidente (Nayib Bukele) esta obligatoriedad a las líneas aéreas, porque esta obligación es del Estado; el Estado es el que no puede impedirle el ingreso a ningún salvadoreño”.
Otros países como Guatemala y Honduras aplicarán medidas similares al abrir sus fronteras.
En El Salvador, hay más de 800 fallecidos por la pandemia de COVID-19 y mas de 27.000 casos confirmados.
El Salvador mantuvo desde marzo pasado el cierre al ingreso de personas al país vía aérea, así como en fronteras terrestres y marítimas.