La explosión de una bomba en Santiago, la capital chilena, el lunes, causó por lo menos 14 heridos cerca de una parada del tren subterráneo, justo en la semana en que se celebra el golpe de Estado que llevó al poder al dictador Augusto Pinochet.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet calificó el hecho como "abominable", ordenando el refuerzo de las medidas de seguridad en el metro de Santiago.
La bomba fabricada con un extintor relleno con pólvora negra y un temporizador, estalló en una galería comercial adyacente al tren subterráneo y afectó un restaurante de comida al paso en la estación del metro Escuela Militar, alrededor de las 2 de la tarde, hora local.
El portavoz gubernamental Álvaro Elizalde dijo que la explosión tenía las señales de un acto terrorista, pero nadie se ha adjudicado el atentado.
Un funcionario del Departamento de Bomberos dijo que los afectados por la explosión tenían heridas de metralla. Una mujer perdió parte de una mano.
Más de media docena de bombas han sido encontradas en Santiago y sus alrededores este año, aunque algunos de los dispositivos no detonaron. Antes del lunes, ninguna de las explosiones habían causado heridos.
Todos los ataques en Santiago continúan sin resolverse.